La iniciativa nace con el escritor en vida, en el año 2000, y se concreta diez años después para el centenario de su natalicio, en el año 2010, constituyendo un lugar para rememorar y difundir la obra literaria de Francisco Coloane, hijo ilustre de Quemchi. La Casa Museo fue traída por mar en una minga de dos días hasta su lugar actual a un costado de la Biblioteca Pública de Quemchi. Las características de su arquitectura, físicas y espaciales, rememoran la casa dónde el escritor vivió su niñez, en este mismo barrio de la ciudad de Quemchi.
La Casa Museo Coloane es el único museo de la ciudad, Quemchi ha sufrido incendios, terremotos y maremotos, por lo tanto casi no quedan casas patrimoniales. Todo se ha ido moviendo y transformando, su iglesia y plaza principal se han reubicado. Su arquitectura de época ha sido destruída por diferentes fenómenos y la Casa Museo es un resguardo de la historia aún latente. Todo es muy precario pero con una intención de memoria colectiva que afecta profundamente la vida cotidiana de quienes ven y visitan este museo diariamente.
Quemchi es un archipiélago dentro de otro archipiélago, por lo tanto una constelación de saberes e imaginarios, relatos y documentos textuales y visuales. La Casa Museo Coloane es un contenedor de narrativas, una mediación entre arte y literatura, un recorrido por el pasado y un presente constante, que por medio de las mareas que suben a esta casa museo palafito que está sobre el mar y desde allí se pueden ver los conjuntos de islas y paisajes. La Casa Museo Coloane es también un museo de sitio, ya que rememora el conjunto de palafitos que estuvieron en Quemchi y que fueron arrasados por el maremoto. También es un homenaje a la Minga chilota, este sistema de trabajo colaborativo para llevar a cabo algo. Su colección pertenece a toda una comunidad, es un lugar abierto y de encuentro. Tiene especial interés es generar nuevos relatos entre arte contemporáneo, mediación y la obra de Coloane.